La relación entre la ideología realista y la guerra aunque van de la mano, no son necesariamente interdependientes. A través
de la historia hemos sido testigos de muchos acontecimientos bélicos a los cuales no le encontramos sentido, y al parecer
son consecuencias de meros caprichos entre gobernantes.
El realismo no promueve ni invita a la guerra, tan solo la ve como un medio para alcanzar un fin si se es necesario. Muchos
autores realistas ven a la guerra como el último medio que se debe tomar, siempre y cuando este en riesgo la supervivencia
del Estado o se vea afectada la seguridad nacional.
El querer utilizar la teoría realista como promotora de guerra es una concepción errónea desde mi punto de vista, ya que
esta teoría tiene como punto principal la supervivencia y la seguridad, y si ve que estas se ven amenazadas o afectadas justifica
el uso de la guerra, sin embargo no la promueve. Son los mismos gobernantes y sus cúpulas de poder, quienes por interés propio
maquillan los intereses del Estado, haciendo que queden en amenaza para poder ir a la guerra.
La teoría no incita a que se haga guerra por placer o interés personal, solo la justifica si es interés de seguridad de
la Nación, por lo tanto acusar al realismo por incitar tantas guerras es una idea errónea, ya que la mayoría de las veces
en que se dan las guerras son por intereses personales, contrario a lo que dice la teoría realista. Esto nos lleva nuevamente
a una idea inicial de la teoría realista, el hombre es malo y se mueve por intereses personales. Y así lo podemos ver con
las guerras sin justificación alguna.
Kissinger, nuevamente un ejemplo de las cúpulas de poder vs el interes nacional.